El
Libro de los Muertos, es sin duda el texto religioso más popular de la antigua
literatura egipcia. Consiste pues, en una compilación de textos funerarios que
se utilizaban para ayudar al difunto en su viaje a través de la Duat (el
inframundo egipcio).
Su
nombre original era el de Libro de la Salida al Día, haciendo alusión a la
verdadera finalidad que éste perseguía. En él, se recogen las formulas y
oraciones que el difunto debía manifestar para poder superar con éxito las trabas
que se le presentaban en su camino hacia los Campos del Iaru, donde reinaba
Osiris. Estas formulas fueron escritas sobre rollos de papiro en un principio
en jeroglífico cursivo, con tinta negra y roja, y posteriormente en escritura
hierática, con viñetas que hacían alusión al contenido del texto.
El
sacerdote era quien recitaba las fórmulas del libro durante la ceremonia
funeraria, cuando se trasladaba el sarcófago del difunto a la tumba. Una vez
allí, se practicaban rituales para revitalizar los sentidos, entre los que
destaca el de la apertura de la boca; y una vez recuperados los sentidos,
emprendía su viaje por el Más Allá. Los egipcios creían que el difunto
emprendía un viaje subterráneo desde el oeste hacia el este, como el dios sol
Ra. Durante ese trayecto el fallecido, montado en la barca solar de Ra, se
enfrentaría a seres peligrosos en el inframundo que intentarían impedir su
salida por el este y su renacimiento.
El
libro tuvo su origen en el Segundo Periodo Intermedio, y se utilizó hasta ya
entrada la época romana. Además, fue influenciado directamente por los antiguos
Textos de las Pirámides y Textos de los Sarcófagos, aunque con el paso del
tiempo fueron agregadas otras formulas propias del mismo libro.
Fue
utilizado en principio solo por la élite de los miembros de la familia real,
funcionarios y cortesanos, a pesar de ser conocido por todas las clases
sociales. Entrado el Imperio Nuevo, se extendió su uso, aunque solo los más
adinerados podían obtener una buena copia del texto; otros menos afortunados tenían
que conformarse con tener una que otra fórmula copiada en algún trozo de papiro
o cuero.
En
la actualidad se conocen un total de 192 capítulos, pero hay que destacar que ningún
papiro individual los contiene todos. Cada papiro es único, y contienen formulas
y oraciones selectas de todo el contenido de textos disponible. Por ello, no
existe un único Libro de los Muertos, dado que los papiros que han logrado
sobrevivir hasta la actualidad contienen una variada selección de textos que
los hace diferir entre sí. El más famoso de ellos indudablemente es el Papiro
de Ani, el cual se conserva actualmente en el Museo Británico de Londres.
Papiro de Ani, capítulo 125, el «Juicio de Osiris» |
En
la imagen anterior, observamos lo que es uno de los capítulos más emblemáticos
del Libro de los Muertos. Se trata del Juicio de Osiris, y constituía un
acontecimiento trascendental para el difunto. El juicio se llevaba a cabo en la
Sala de las Dos Verdades, conformada por 42 jueces y presidida por Osiris en
compañía de Isis y Neftis. En la sala están presentes también Anubis, quien es
el guía del fallecido en el inframundo, Thot actuando como escriba, Ammit el
devorador de corazones y Horus.
Una
vez que el difunto entraba en la sala hacía la "confesión negativa",
en la que citaba todas las malas acciones que no había cometido, según se
recoge en la fórmula 125.Tras la confesión, llegaba el momento culminante del
juicio, cuando se procedía a pesar el corazón del difunto como símbolo de su
moralidad. En un plato de la balanza se colocaba el corazón, y en el otro plato
la Pluma de la Justicia de Maat, que representaba la verdad.
El
resultado era favorable si el corazón del difunto quedaba en equilibrio con la
pluma, y seguidamente era llevado ante Osiris, quien le abría las puertas de
los Campos del Iaru.
En
cambio, el resultado era negativo si el corazón pesaba más que la pluma, en este
caso el corazón era arrojado a Ammit para que lo devorara y así impedir su
inmortalidad. Esto era denominado como la segunda muerte y suponía para el
difunto el final de su condición de inmortal y el fin de su existencia.